Mediación familiar

Mediación familiar:

  • Concepto
  • Destinatarios
  • Ventajas.
  • El mediador o mediadora

Concepto: La mediación familiar es un método de resolución de conflictos, que se caracteriza por la intervención de una tercera persona, llamada mediador/a, aceptada por las partes, con el objeto de ayudarlas para que lleguen a un acuerdo extrajudicial satisfactorio, en un clima de cooperación y respeto, que tenga en cuenta las necesidades de cada miembro de la familia y, en particular, de los hijos.

Destinatarios: A parejas que ha decidido separarse o divorciarse y que no han iniciado los trámites legales. A parejas que se encuentren en cualquier fase del procedimiento legal de separación o divorcio. A parejas que han resuelto legalmente su separación o divorcio, pero que continúan en una situación de crisis.

Objetivos: Restablecer la comunicación entre la pareja con el fin de llegar a un acuerdo satisfactorio para las partes del conflicto que regule la ruptura de la pareja y la posterior transformación familiar y, en concreto, los aspectos relativos al ejercicio de la patria potestad, guardia y custodia, régimen de visitas, alimentos, atribución del uso de la vivienda familiar, pensión compensatoria, reparto de bienes comunes, o los otros aspectos importantes relativos al futuro de los hijos. Ayudar a los dos progenitores para que asuman la responsabilidad de tomar las decisiones referentes a sus hijos, reconociéndose ambas partes plena capacidad para ello, evitando que sea un tercero ajeno a la familia quien decida por ellos. Fomentar la coparentalidad responsable en la pareja, para que asuman adecuadamente sus roles de padres de hijos comunes, colaborando y contribuyendo responsablemente al proceso de maduración de los mismos. Posibilitar que tanto adultos como menores asuman de la mejor manera el proceso de separación o divorcio, evitando o disminuyendo la frecuencia o intensidad de los trastornos psicopatológicos característicos de estas situaciones.

Ventajas: Respeta la privacidad Disminuye la duración del procedimiento, así como el coste económico y emocional. Crea una atmósfera positiva entre los progenitores, de la que los hijos se benefician. Reduce el riesgo de que los progenitores utilicen a los hijos como moneda de cambio en el transcurso de la negociación. Permite adoptar un acuerdo adaptado a las necesidades particulares de toda la familia. Previene posibles respuestas negativas en los hijos posteriores a la separación de los padres. No hay vencedor ni vencido, sólo personas responsables y respetuosas con su porvenir.

El mediador o mediadora: El servicio de mediación familiar es prestado por un mediador o mediadora, cuya intervención tiene que ser aceptada por ambas partes. Los mediadores son profesionales formados en mediación, y son independientes, imparciales y neutrales en relación con las partes a quienes atienden y ayudan en el proceso de mediación. Este servicio se presta mediadores/as colaboradores del Centro ESPERI, independientes e imparciales.